lunes, 11 de marzo de 2013

Poemas de alma


El cáncer es tan insignificante que…
Autor: Arnulfo Montoya Moreno.

Hoy me di cuenta que tengo cáncer
Un cáncer voraz, gandaya y malicioso.
“No sé si sufriré poco,
no sé si sufriré mucho”.

Lo que sí sé,
es el dolor provocado ante mis niños,
ante ello, el mío es insignificante,
es tolerable.

Mi cáncer es tan insignificante, que no logra:
agotar el amor de las personas que más quiero,
aniquilar la esperanza de un mañana,
detener la fe, en que mi mundo cambiara.

Mi cáncer es tan simple, que no logra:
destruir la paz en mutuo acuerdo con mis enemigos,
extinguir la amistad entre mis hermanos,
omitir las memorias de mi tiempo.

Mi cáncer es tan pequeño, que no logra:
callar mi valor ante lo imposible,
conquistar mi espíritu,
e invadir mi alma.

Ante lo adverso de la vida,
he comprendido,
que siempre he tomado prestado de mi creador:
ya sea un instante,
una cedula,
un entorno vivo de paisajes,
un ave o un reptil,
un rio o un desierto.

Mi dolor es insignificante, ante:
el niño que duerme bajo la coladera de las calles,
el bebe que es arrebatado del lecho de su madre,
la destrucción de un mundo.


Doy gracias, a mi creador
por haberme regalado otros segundos,
por haberme regalado este cáncer,
único y diferente.

En el no existe cabida,
para el otro más voraz y mas gandalla,
que aprisiona por desistir ante
lo nuevo,
lo diferente,
y original,
le da lo mismo destruir, 
ya sea: gente, habitad o la vida misma.

Hoy se que me estoy muriendo,
“no permitas el ocaso de tu vida ante este un nuevo día”,
recíbelo con gozo en tu corazón,
para realizar acuerdos,
en lo íntimo y en lo privado;
convenios,
con amigos y enemigos;
instantes con los seres que más hoy tu amas.

Ten por seguro,
que mientras me llega el ocaso de mi vida,
“seré una vez más,
mucho más feliz que ayer”.

Y recuerda: “… el cáncer es tan insignificante…”

No hay comentarios:

Publicar un comentario