jueves, 13 de diciembre de 2012

Todos somos defensores de los derechos humanos, no permitas una amenaza más

El día de ayer, miércoles 12 de Diciembre del 2012, a las 16:05 horas, recibí una amenaza por llamada telefónica de parte de la Funcionaria Pública, que responde a nombre de “Nadia Toledo” con Domicilio en Prolongación Adolfo López Mateos, la cual lamentablemente, es integrante del Comité Ciudadano de la Colonia San Bartolo Ameyalco de la Demarcación Magdalena Contreras, en el Distrito Federal. 

Destaco, en la llamada, en varias ocasiones, entre otras palabras, recibí amenazas de su parte, con una actitud arrogante, pedante y altanera. Lo que no sabe, es que como defensor de los derechos humanos, con solo reportar el número y la hora, ya es posible rastrear la llamada. Asimismo, es lamentable que ella utilice su propio teléfono celular para realizar tal acto, y el hecho de que sea una mujer, y no por problemas de equidad de género, sino porque por un lado, tenemos el valor de denunciar la trata de personas por los diversos medios, desafortunadamente, la mayoría son mujeres. Entre ellos, se encuentra la sentencia en contra de César Armando Librado Legorreta, alias el Coqueto, por seis feminicidios cometidos, con 240 años de prisión. En su persecución, se vino a refugiar a nuestra Colonia La Malinche, a unas cuantas casas cercanas a la nuestra y cerca de la zona expropiada para la realización del proyecto carretera urbana poniente, conocida como Supervía Poniente de Cuota. 

Por otro lado, como partidario del respeto de las Instituciones. Reconozco, que en ningún lado del mundo, nos sirve un mal gobernante. En nuestra demarcación La Magdalena Contreras, tenemos la esperanza de que la Lic. Leticia Quezada Contreras realice un excelente papel en beneficio de todos los ciudadanos. En el caso del día de hoy, celebro la Feria realizada a Favor del Adulto Mayor, con respecto a la prevención del Cáncer, la Diabetes y el Glaucoma. Nuestra gente, en la mayoría de los casos se abandona, en un amplio porcentaje de casos, el diagnostico es tardío. 

Me permito recordarles, que es lamentable, que en nuestro país nos acostumbremos a las amenazas contra la seguridad personal o la de la Familia. Me recuerdan, a los sucesos lamentables, entre ellos, las amenazas a periodistas destacados, que aclamaban justicia, libertad, imparcialidad y dignidad. 

“…. las amenazas, no son una cantaleta, estoy harto de tener que hacer público el hecho de haber sido amenazado...” Ante ello, siempre es recomendable primero investigar quién hace la amenaza y después compartir el riesgo y decir o hacer públicos los nombres. 

Reconozco que en México los periodistas y escritores que trabajan en la Ciudad de México no ven el nivel de descomposición y los riesgos que enfrentan los informadores en los Estados. Nuestro país necesita, que estemos dispuestos a seguir dando la batalla en los Estados y seguir cubriendo asuntos locales que puedan hacer alguna diferencia para el fortalecimiento de la sociedad fuertemente fracturada en su tejido social. 

No se puede gobernar con el mazo en la mano, con calumnias, con difamación, con desprestigio, o con el capricho o berrinche aparente de supuestos niños, ante la vulnerabilidad de tanta gente. 

“…somos parte de una misma tierra, somos una sola vida, somos solo una esperanza, de un nuevo día ante el mundo, el mañana es ahora…”. Hago un llamado, no dejemos y permitamos que solo ante la razón, prospere la impunidad, la oligarquía y el despotismo, en ninguna parte del mundo. 

Soy partidario de la búsqueda de coincidencias que de diferencias. Asimismo, creo en la justicia, la dignidad, y el amor. Este último, es un desafío constante, de movimiento, de crecimiento y de trabajo. Creo en el querer y el deber que impulsa al ser humano a realizar o hacer, ya sea, por placer, por gusto, por instinto, por satisfacción propia, aquello que tiene el deber de hacer. Creo en la espiritualidad, mas no en esa en la cual existe sumisión por una institucionalidad donde se cultiva la experiencia de un creador por medio de ritos, celebraciones o códigos doctrinales. La espiritualidad va más allá, abogo por aquella que permite encontrar a dios arraigado en todas las cosas y partes, en cualquier instante ya sea de tiempo o espacio. Así, al buscar la paz de Dios podemos encontrar la paz humana, paz que se basa en la justicia, el amor y el perdón. La paz, la espiritualidad y la ecología, están íntimamente ligadas y cuanto más profunda es mi conciencia ecológica tanto más me pongo en contacto con mi conciencia de pertenecer a la tierra. 

Sólo cuando reconocemos la grandeza del Universo y nuestra pequeñez, nos rendimos ante la creación y nos volcamos en la defensa de este hermoso espacio que nos ha sido dado, como un gran privilegio, que es necesario amar y respetar. La vivencia de esta grandeza, así esté representada por la flor más pequeña y aun por una célula, es algo que si tienes el corazón abierto, marca tu vida. 

“Los seres humanos somos solo una expresión de esa vida, y que cuando mejor estamos representados es cuando compartimos en comunidad”. 

Fis. Arnulfo Montoya Moreno

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